Experiencia multicanal

(actualizado 14/09/2011)

Con una tarjeta de sonido 5.1 y 6 altavoces ya puedes comenzar a disfrutar del sonido envolvente.

Con una configuración más completa la cosa debería ser más sencilla: conectar el ordenador al amplificador vía SPDIF, reproducir y listo. Pero no todos los formatos se dejan paladear tan fácilmente.

La mayoría de los amplificadores de «cine en casa» soportan las codificaciones clásicas: Dolby Digital y DTS (siempre que configures el amplificador para que escoja la apropiada automáticamente). Las tarjetas de sonido modernas con salida SPDIF también suelen cumplir su trabajo (siempre que la frecuencia de salida de la tarjeta coincida con la de la señal)

Curiosamente para las alturas a las que estamos, cada reproductor se comporta de un modo distinto. VLC digiere todos los formatos, tiene opción para usar la salida digital de la tarjeta de sonido y entre sus muchos codecs hay uno para A52. Todo lo cual se traduce en que funciona estupendamente para visionar DVDs y películas en general (con sonido 5.1 en particular). Pero la música en DTS se le atraganta.

Si fuese sencillo encontrar nuestra música favorita digna de surround en formato DVD Audio (que es el formato más «universal», dada la cantidad de reproductores de DVD existentes), no necesitaríamos la reconversión a DTS audio. Pero como no es el caso…

Foobar reproduce los discos DTS, pero no tan fielmente como a uno le gustaría: muchos de ellos los pasa al amplificador como DTS estéreo.

Sorprendentemente el que no falla es el Windows Media Player Classic, con su codec A52 particular. Sea DTS Wav o DTS CD, se lo pasa al amplificador en glorioso DTS multicanal. Lo cual permite apreciar la calidad del formato, a pesar de que las remezclas no suelan estar a la altura… y es que casi toda la música está concebida para estéreo. Creo que en la música en directo uno nunca está en el centro, rodeado por todos lados de músicos. En los conciertos en vivo, el sonido que no viene directamente del panorama estéreo frontal es mera acústica. Claro que, como diría Jordi Savall, cada espacio tiene su silencio… o su reverberación.

Y algo parecido ocurre con las frecuencias, tristemente la mayor parte de la música no alcanza el rango supergrave en el que se especializan los subwoofer… Con lo que si ya tienes unos buenos altavoces frontales, no vas a ganar mucho añadiéndolo. Salvo

El subwoofer en su simplicidad puede resultar difícil de configurar. De hecho, la autoconfiguración Audissey me lo dejó prácticamente apagado. Además, el trabajo de graves estaba delegado en el subwoofer. Resultado: tres altavoces decentes mal aprovechados dando un sonido discreto en graves.

Así pues, si después de la autoconfiguración el sonido no te convence, atrévete a hacer ajustes manuales. En mi caso, tras modificar la distancia y el nivel (en dB) para el subwoofer la cosa ya mejoró bastante. También puedes hacer pruebas con la activación (LFE+principal) y el rango de frecuencias que se pasará al subwoofer.

Ahora si que estoy redescubriendo mi música favorita 🙂 y como algunas canciones realmente aprovechan toda la zona audible de graves… haciendo que todo el cuerpo sienta las vibraciones, no solo los oidos

En configuraciones mini, todos los mini-altavoces reproducen las altas frecuencias y medias-altas y le dejan al subwoofer todo el espectro de medios-bajos y graves (supliendo el cono de graves de los altavoces de tamaño convencional). El sonido es bueno y el espacio que se comen los altavoces es mucho menor.

La opción más convincente para música es un par de buenos altavoces en torre. Son enormes, pero garantizan un tratramiento óptimo de todas las frecuencias sin complicaciones de frecuencias de corte, fases ni nada que se le parezca. Claro que la audiofilia se paga cara, unos altavoces así no bajan de 1000 euros… los básicos (para adictos al sonido hi-fi)

Cabe recordar pues que en tema de sonido cada uno es cada uno (como en casi todo), así que antes de soltar pasta acércate a alguna tienda profesional que tenga una gama variada de altavoces y vete probando varios. Muchas veces una diferencia de cientos o miles de euros se traduce en una pequeña mejora para nuestros oidos…

En el caso de los CD DTS, lo más directo es montar la imagen con algún programa como PowerIso.

Ya comienzan a verse algunos Blu Ray musicales codificados en Dolby HD 7.1… ¿se notará la diferencia? Hay quien dice que el mejor formato ya se inventó hace tiempo: el SACD. En cualquier caso, para estas cataratas de sonido el SPDIF se queda corto, así que habrá que esperar a montar un sistema con HDMI…

1 comentario

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *